EL BARBERO
“Cuando las barbas de tu vecino...” sabio refrán como todos ellos. Uno, que es hombre versado y conoce varias lenguas, lee con atención lo que durante los últimos días publican los periódicos en lengua árabe de la zona del golfo, y a través de la parabólica conecta con las cadenas de radio y televisión de ese ![]() ¡Albricias! Vienen a decir en sus titulares casi todos los medios de comunicación de los mencionados países. ¡La democracia está al caer! Es otra de las frases que más repiten. Claro, y es que cuando han visto el éxito de las democráticas elecciones de Irak, sólo piensan, y apenas duermen pensando en ello, en el momento glorioso en el que Mr. Bush dé la orden para establecer un régimen democrático en los vecinos de la última nación liberada de la opresión y conducida por el justo y noble brazo de los demócratas (bueno, republicanos) americanos y sus más fieles aliados a la auténtica democracia al estilo occidental, que digo occidental: occidentalísimo. Mr. Bush, Mrs. Rice y Mr. Rumsfeld están dando los primeros pasos, poniendo ![]() ![]() ![]() Una vez conseguida la implantación de un régimen democrático, como Dios manda, sólo quedará atender a los huérfanos y viudas de los que perdieron la vida durante la “liberación” o a manos de la “insurgencia terrorista” que, sin duda, habrá llenado y llenarán sus ciudades de cadáveres un día sí y otro también, llegando a convertirse en algo normal de puro repetirse. Pero esa ayuda, como casi todo en este mundo, tendrá su precio. En esos países existen algunos iluminados que se atreven a creer en un dios distinto del nuestro (el verdadero), tienen una forma de pensar y de gobernarse distinta a las nuestras (las verdaderas); algunos, incluso se creen que porque tengan una historia de miles de años, tienen algo que merece ser tenido en consideración (los americanos en un par de cientos de ellos, miren adonde han llegado); que porque su cultura también lo sea, tienen que ser distintos a lo que está establecido en el uso occidental; pero qué sabrán esos árabes que sólo tienen petróleo. ¡Ah, petróleo! Palabra mágica. Explotado por los que saben explotarlo, a 50€ el barril, come ![]() Uno que no es para nada versado, que sólo conoce su lengua y que apenas sabe leer, no tiene que estrujarse mucho los sesos para leer entre líneas y escuchar ![]() ¡Qué Dios misericordioso haga que el barbero no se acuerde de nosotros! (Ni de los demás). Teodoro R. Martín de Molina. Febrero, 2005. |