MÉRITO
El mérito es de Rajoy, y de Acebes, de Zaplana, del diputado gallego Cacharro, del senador Benet, del presidente del PP Canario, del padre espiritual de todos ellos, también de Rodríguez Ibarra, y de tantos otros próceres de la patria que tanto ayudan, con sus planteamientos catastrofistas, a que los demás lleguen al acuerdo. Su pensamiento unidireccional y siempre predeterminado hace que aquellos que no piensan como ellos, y sobre todo que no actúan de igual modo, dialoguen, busquen puntos de encuentro, aproximen sus posturas y alcancen pactos dentro del marco que todos nos hemos dado, que es lo normal en democracia, y según se ve el patio de la política nacional la mejor de las maneras de hacer que la convivencia entre los distintos miembros de esta familia a la que conocemos como España no nos tengamos que tirar los trastos a la cabeza ni sentir las envidias propias de los niños mal criados o consentidos que a veces parecemos algunos.
He tratado de hacer un sucinto resumen de la variedad de apelativos que aquellos que de verdad tienen mérito y a los únicos que en verdad se les puede achacar cualquier mérito, dedican, junto con sus altavoces mediáticos, un día sí y el otro también, al Presidente del gobierno de España, es decir, de todos los españoles, al que ellos, en definitiva, lo consideran el anticristo: principio y fin de todos los males que aquejan o aquejarán a nuestro país. Dos consideraciones finales: - Léase el programa electoral de aquél de la fotografía y constátese lo que se está cumpliendo. - Si ETA abandonara la violencia y entregara las armas ¿a quién le adjudicamos el mérito?, la respuesta es bien sencilla: el mérito será de Rajoy, y de... Teodoro R. Martín de Molina. Enero-2006
|